CUARTO PERIODO PLAN LECTOR 3°
LICEO RAFAEL GARCIA HERREROS
Educación
preescolar, básica y media
Licencia de
funcionamiento dada por el SEM
Según Resolución
No. 4451 de Mayo 31 de 2020
NÚCLEO EDUCATIVO: 06 NIT. 805.031.3394
ASIGNATURA: PLAN LECTOR PERIODO: 4 GRADO. 3°
ESTÁNDARES |
DERECHOS
BÁSICOS DE APRENDIZAJE |
EJES TEMÁTICOS |
COGNITIVO |
PROCEDIMENTAL |
ACTITUDINAL |
Realizar
actividades digitales en plataformas y aprendizaje de antónimos, sufijos, sinónimos,
el verbo y sus conjugaciones. |
*Interpretación
y uso adecuado de cada uno de los logros y temáticas |
*Uso correcto
de la dicción *Juegos de la
comprensión de sufijos y demás estándares *Conjugación
del verbo español *Uso adecuado
del verbo y creación de diálogos |
Analizar los
ejes temáticos y aplicarlos en la cotidianidad de nuestro uso correcto del
lenguaje español. |
*Se busca que
los estudiantes descompongan gramaticalmente el sentido de cada palabra y
significado dando uso correcto. |
*Entrega
puntual, participación activa a través de la conexión por plataformas
virtuales zoom, whatsapp y blog. |
COMPETENCIAS CIUDADANAS: aprender a
descomponer la gramática |
COMPETENCIAS LABORALES: Opiniones
criticas |
|
Cada forma concreta dentro de la conjugación o paradigma del verbo representa una asignación de cada una de las categorías gramaticales del verbo. Un morfema verbal puede representar una o más de estas categorías. Así en las lenguas aglutinantes cada morfema verbal suele marcar o representar el valor de una sola categoría, aunque en las lenguas fusionantes es común que un solo morfema realice o represente simultáneamente varias categorías. En las lenguas del mundo las categorías más frecuentes marcadas en las formas verbales son:
- El tiempo gramatical: que sirve para situar la predicación verbal en relación al tiempo actual (tiempo absoluto) o a otras predicaciones verbales (tiempo relativo).
- El aspecto gramatical: que sirve para indicar si la predicación verbal de la que se habla es un proceso acabado o inacabado.
- El modo gramatical: que incluye un amplio conjunto de aspectos gramaticales diferentes.
- La persona gramatical: que marca la referencia de alguno de los intervinientes en la predicación verbal. En las oraciones de significado pasivo o estativo, el referente suele ser un tema o paciente de la acción verbal, en las oraciones activas transitivas qué interviniente recibe cada marca de persona depende de la voz gramatical. Es común que el verbo marque al menos dos en verbos transitivos(sujeto/objeto o A/P). Además, en muchas lenguas del mundo los verbos tienen formas específicas para marcar el número gramatical y el género gramatical de alguna de las personas gramaticales.
El proceso de conjugación puede entenderse como una función definida sobre el conjunto del léxicos de verbos y las categorías gramaticales que para cada verbo y cada combinación de valores de las categorías da una forma concreta.
Concordancia gramatical
En muchas lenguas las formas del verbo varían de acuerdo a la persona gramatical, es decir, en muchas lenguas la categoría persona es una de las formas que intervienen en la selección de la forma fonológica del verbo. En muchas lenguas, como la mayor parte de lenguas indoeuropeas la forma verbal tiene concordancia gramatical con la persona del sujeto gramatical.
n español se pueden combinar los distintos morfemas para formar verbos conjugados por modo gramatical, tiempo, número, persona gramatical, aspecto gramatical; en lenguas clásicas (latín y griego) también por voz pasiva, media en griego, y activa; otras lenguas, como el inglés, tienen una conjugación muy simple.
Todos los verbos en español se pueden conjugar en tres tiempos: pasado, presente y futuro. Algunos verbos son defectivos y no admiten ciertos modos verbales, por ejemplo, querer y parecer no admiten imperativo por razones semánticas.
Ej.: en el verbo conjugado "corríamos" se ve la conjugación de:
- modo (indicativo)
- tiempo (pretérito imperfecto o copretérito)
- número (plural) y (singular)
- persona (primera persona)
El verbo conjugado "corríamos" estaría formado de la raíz correr más sus morfemas flexivos verbales -íamos que se llama desinencia.
Formas personales y no personales
Formas personales del verbo
Las formas personales del verbo son aquellas que incluyen persona gramatical (1ª, 2ª o 3ª) y en español coinciden con las formas finitas, es decir, las que tienen tiempo gramatical. En español todas las formas del paradigma verbal son personales salvo el infinitivo, el gerundio y el participio.
Formas no personales del verbo
Las formas no personales, que en español y otras lenguas coinciden con las formas no finitas, son formas del paradigma que no incluyen la categoría de persona, es decir, en las que la categoría de persona no es relevante para su conjugación debido a que no requieren un sujeto (ni implícito ni explícito). En muchas lenguas se clasifican estas formas en tres grupos según su valor funcional:
- Infinitivos, generalmente tienen un valor nominal, es decir, cuando funcionan dentro de la oración. Los infinitivos también pueden aparecer como parte del sintagma verbal. En español el infinitivo se reconoce por las terminaciones -ar, -er, -ir.
- Gerundios, que tiene valores adverbiales; en español tienen la terminación -ndo.
- Participios, que tienen valores adjetivales, en español flexionan por género y número como cualquier adjetivo y sus terminaciones son -ado, -ido en masculino singular.
Escribir el cuadro del vídeo en tú cuaderno de plan lector.
observar el vídeo, para ayudarse a formar las oraciones. Para entregar el viernes 25 de septiembre
Los tres ciegos y el elefante
Adaptación de una antigua fábula de la India
Había una vez tres ancianos que se conocían desde la infancia y disfrutaban pasando buenos ratos juntos. Tenían en común que eran hombres cultos e inteligentes, pero también que los tres eran ciegos de nacimiento. Afortunadamente, a pesar de no poder ver, en su día a día se desenvolvían muy bien, pues todavía estaban en buena forma física, sus mentes funcionaban a pleno rendimiento, podían oler, tocar, escuchar, saborear…
Un precioso día de verano se reunieron en su lugar favorito junto al río, se sentaron sobre la hierba, y empezaron a conversar sobre temas científicos. En medio del interesantísimo coloquio se sobresaltaron al escuchar el sonido de varias pisadas.
El anciano que tenía la barba blanca se giró, y algo inquieto preguntó en voz alta:
– ¡¿Quién anda ahí?!
Por suerte no era ni un espía ni un asaltante de caminos, sino un viajero que llevaba a su lado un enorme elefante con una correa al cuello, como si de un perrillo se tratara.
– Me llamo Kiran, caballeros. Perdonen si les he asustado. Mi elefante y yo venimos a beber agua fresca y ya nos vamos, que para nada queremos interrumpir su agradable charla.
Los tres pusieron una cara bastante rara, mezcla de sorpresa y emoción. El segundo anciano, que tenía barba negra, quiso asegurarse de lo que Kiran había dicho.
– ¿He oído bien?… Ha dicho usted… ¿elefante?… ¿Un elefante de verdad?
El desconocido reparó en los bastones tirados en la hierba y se fijó en la mirada perdida de los tres viejecitos. Fue cuando se dio cuenta de que eran invidentes.
– Sí señor, voy con mi elefante. Es un animal muy grande, pero no se preocupen, no les hará ningún daño.
El tercer anciano se atusó la barba pelirroja y le confesó:
– Hemos oído hablar de la existencia de esos animales, pero a este pueblo nunca ha venido ninguno y no sabemos cómo son. ¿Podríamos tocar el suyo para hacernos una idea del aspecto que tienen?
Kiran se mostró encantado.
– ¡Claro, faltaría más! Es un ser muy pacífico y bonachón. ¡Vengan a acariciarlo, no tengan miedo!
Los tres amigos se levantaron, dieron unos pasos y extendieron la mano derecha. El anciano de barba blanca se topó con una de las patas delanteras y durante un rato la palpó de arriba abajo.
– ¡Ahora ya sé cómo es un elefante! Es como la columna de un templo, o mejor dicho, es como un el tronco de un árbol: cilíndrico, grande y muy rugoso.
Mientras, la mano del anciano de barba negra había ido a parar a una de las gigantescas orejas. El animal sintió unas cosquillitas y la sacudió ligeramente hacia delante y hacia atrás.
– ¡Qué dices, querido amigo, un elefante nada tiene que ver con una columna! Mi conclusión es que parece un enorme abanico por dos razones muy obvias: primero, por su forma plana, y segundo, porque al moverse produce un airecillo de lo más agradable. ¿Es que vosotros no lo notáis?
En ese momento, el anciano de barba pelirroja rozó con la punta de los dedos algo blando que colgaba de algún lugar mucho más alto que él. Era la trompa del cuadrúpedo, pero claro, él no lo sabía.
– ¡Pero qué me estáis contando! Por lo que puedo comprobar un elefante es como una cuerda. Claramente, se trata de un espécimen alargado, flexible y blandito, como una anguila o una serpiente. Sin duda una forma extraña para un mamífero, pero en fin… ¡Por todos es sabido que la naturaleza es sorprendente!
El dueño del elefante observaba la escena en silencio y no pudo evitar pensar:
– ‘¡Qué situación tan curiosa!… Los tres ancianos han acariciado al mismo elefante, pero al hacerlo en partes diferentes de su cuerpo, cada uno de ellos se ha hecho una idea totalmente distinta de cómo es en realidad. Para el anciano de barba blanca, un elefante es como una columna, para el anciano de barba negra, tiene forma de abanico, y para el anciano de barba pelirroja, es igual a una serpiente. Ciertamente, todos tienen parte de razón, pero ninguno la verdad completa.’
Tras esta reflexión decidió que antes de que le preguntaran a él, lo mejor era irse cuanto antes.
– Señores, me están esperando en el pueblo y temo que se me haga tarde. Espero que les haya resultado interesante la experiencia de tocar un elefante. Que pasen ustedes un buen día. ¡Adiós!
Acompañado de su voluminosa ‘mascota’ Kiran se alejó dejando a los tres amigos inmersos en una ardiente discusión sobre quién tenía la razón. Una conversación que, por cierto, duró horas y no sirvió de nada: los ancianos fueron incapaces de ponerse de acuerdo sobre la verdadera forma que tienen los elefantes.
La dicción se basa en decir las cosas en cumplimiento de las reglas gramaticales, utilizando de manera correcta las palabras, para construir oraciones.
Para el habla, la dicción se divide en dos partes principales, la articulación y la vocalización, que significan la claridad y nitidez de las palabras y el sonido adecuado que se les otorga a las vocales, respectivamente.
Existen técnicas y ejercicios, que nos pueden ayudar a conseguir una buena dicción. En primer lugar se debe tener plena conciencia de que la buena dicción se logra hablando por donde se debe: por la boca, abriéndole bien (articular) y respirando de la manera correcta, se debe evitar hablar por la nariz, con el pecho, con el fondo de la garganta o con la punta de los labios.
En segundo lugar, existen ejercicios para la adquisición de una buena dicción, como lo es la lectura en voz alta, donde se entrarán la articulación y la vocalización de las palabras, cuidando siempre la respiración. Se pueden realizar tres tipos de lectura la fonética, la sintáctica y la creativa.
Al leer se debe abrir bien la boca, incluso exagerar, para separar cada palabra y a su vez, separar cada sílaba. Asimismo, es necesario respirar antes de decir cada frase o párrafo, para evitar detener la lectura de una forma abrupta para recuperar el aliento. También, es necesario evitar dejar morir el final de alguna frase, para evitar que no nos entiendan, toda esta práctica en conjunto corresponde a la lectura fonética.
Por su parte, la lectura sintáctica se basa en practicar la entonación al leer y la lectura creativa, invita a que el individuo lea haciendo variaciones, como en la velocidad de la lectura y hasta en el sentimiento o pensamiento con el que se lee, brindándole un poco de dramatismo, esto ayudará a adecuar la lectura o el discurso, al momento y tipo de audiencia que nos escucha, llegando a crear contraste y matices en nuestra voz, capaces de eliminar la monotonía, crear un ambiente y hasta dar emoción.
La dicción es fundamental para las artes escénicas y aquellos empleos que requieran de hablar en público, como los políticos por ejemplo, pues es una herramienta fundamental para que el mensaje llegue correctamente a los oídos de nuestros oyentes.
16 DE OCTUBRE 2020
Observar el vídeo de los errores que cometemos en la dicción y las diferentes formas; toma cada una de las palabras o ejemplos que más te llamen la atención para escribirlos en tú cuaderno y al frente colocar la corrección y uso adecuado. Tomar foto y mandar vía whatsapp.
https://www.youtube.com/watch?v=QovNVByvwE4
19 de octubre 2020
Observar la siguiente ficha; tomar cada uno de los vicios de dicción y realizar ejemplo con el uso correcto e incorrecto en tú cuaderno. Tomar foto y enviar vía whtsapp.
La cacofonía puede producirse como consecuencia de la repetición innecesaria, exagerada o cercana de un sonido en una misma frase. Así, ejemplos de cacofonías podrían ser:
- El director técnico anuncia su renuncia.
- El comentarista comentó que los hinchas estaban de pie.
- Están filmando un filme en mi ciudad.
- Su obsesión es la fijación de una condición que detenga esta situación en la región.
Las cacofonías son consideradas un vicio del lenguaje que afecta el discurso, por lo tanto, lo aconsejable es evitarlas a la hora de redactar un texto.
Una forma de identificarlas es leyendo el texto en voz alta. Para corregirlas, por su parte, podemos apelar a algunas simples técnicas como pasar algunas de las palabras al plural, sustituirlas por un buen sinónimo o alterar el orden de las palabras para distanciar los sonidos que estén produciendo la cacofonía.
La cacofonía también es considerada como criterio gramatical para ciertos casos. Por ejemplo, el sustantivo agua, que es femenino, se escribe con artículo masculino en singular para evitar la cacofonía: el agua y no laagua. Lo mismo ocurre con otros sustantivos que empiezan por a tónica, como arte, águila, etc.
Por otro lado, las cacofonías también son empleadas en ejercicios de lenguaje para practicar la correcta pronunciación de determinados fonemas. Por ejemplo: “Tres tristes tigres tomaban trigo en un trigal en tres tristes trastos”.
También aparece en frases humorísticas o juegos de palabras como, por ejemplo: “Yo loco, loco y ella loquita. Yo lo coloco y ella lo quita”.
Asimismo, la cacofonía puede también emplearse como recurso literario o de estilo para trasmitir determinado énfasis o efecto a una idea. Por ejemplo: “¿Cómo quieres que te quiera si la que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera?”
Sinónimo de cacofonía, por otro lado, sería disonancia. Mientras que su antónimo sería eufonía.
22 DE OCTUBRE 2020
LEER Y TRANSCRIBIR EN TÚ CUADERNO DE PLAN LECTOR DICHA DEFINICIÓN Y REALIZA EJEMPLOS DE BARBARISMO O VULGARISMO.
Qué es un Barbarismo:
Como barbarismos denominamos todas aquellas incorrecciones lingüísticas que cometemos cuando incurrimos en errores al escribir o pronunciar una palabra.
Así, pues, son consideradas barbarismos todas aquellas palabras, expresiones o construcciones sintácticas que no se adecúan a las normas gramaticales de la lengua, ya que adicionan, omiten o transponen letras, sonidos o acentos.
La palabra barbarismo también puede usarse como sinónimo de barbaridad, es decir, palabras o acciones que, por su impropiedad o temeridad, resultan impertinentes. Por ejemplo: “Basta de barbarismos: hablemos con sensatez”.
Barbarismo, asimismo, se usa con el sentido de barbarie, falta de cultura o rudeza: “El barbarismo entró al congreso de la República con ese diputado”.
Tipos de barbarismos
Existen distintos tipos de barbarismos dependiendo del tipo de incorrección que impliquen. Pueden ser prosódicos, sintácticos u ortográficos.
Barbarismos prosódicos
Los barbarismos prosódicos son aquellos en los que se cometen vicios en la dicción o impropiedades en la forma de articular determinados sonidos.
Por ejemplo:
- Llendo o iendo por yendo, del verbo ir.
- Jalar por halar.
- Insepto por insecto.
- Preveer por prever.
- Haiga por haya.
Barbarismos sintácticos
Son barbarismos sintácticos aquellos en los cuales se corrompe la concordancia, el régimen o la construcción de las palabras, oraciones o modismos.
Por ejemplo:
- En relación a en lugar de en relación con o con relación a.
- Queísmos: “Llama antes que vengas”, en lugar de “llama antes de que vengas”.
- Dequeísmos: “Yo opino de que no es bueno”, por “yo opino que no es bueno”.
- Oraciones impersonales: “Ayer se llegaron a los 30 grados”, en vez de “ayer se llegó a los 30 grados”.
Barbarismos ortográficos
Barbarismos ortográficos son aquellos que implican faltas a la norma de la correcta escritura y formación de las palabras. Se da no solo con palabras de la lengua propia, sino también con extranjerismos no adaptados a las normas gramaticales.
Por ejemplo:
- Andé por anduve, del verbo andar.
- Dijistes por dijiste, del verbo decir.
- Descomponido por descompuesto, del verbo descomponer.
- Mounstro por monstruo.
- Estube por estuve, del verbo estar.
- Restaurán por restaurante.
- Boucher por voucher.
- Bulling, bulyng, buling, bulin o bulyn por bullying.
En el caso de la vaguedad léxica, a pesar de que el significado de la palabra sea claro, no se pude determinar esta claridad dentro del enunciado.
Ejemplos de vaguedad léxica:
En la oración Pedro vive con su abuela, la palabra abuela no es clara, no se especifica si vive con la mamá de su madre o la de su padre, por lo que no es claro a que abuela se refiere.
Otra palabra que ocasiona vaguedad léxica es la palabra cuñado, ya que aplica tanto a los hermanos de la pareja, como a las parejas de las hermanas; en el siguiente enunciado decir que Juan y Pedro son cuñados, no deja clara la relación que hay entre ellos, si Juan es pareja de la hermana de Pedro o es Pedro quien es pareja de la hermana de Juan.
En el enunciado, Alfonso va a ver una película, no queda del todo preciso si la va a ver en su casa o va a ir al cine a verla. Otro ejemplo de vaguedad léxica es la oración Javier está leyendo, ya que no se aclara si lee un libro, una revista o un periódico y todo ello puede ser posible.
Una característica que tiene la vaguedad léxica es que al negar una de ellas, se niegan todas por extensión, por ejemplo si se dice que María no es cuñada de Alberto entonces María no es hermana de la pareja de Alberto ni es pareja de ningún hermano de Alberto.
LA POBREZA DE VOCABULARIO
Al uso constante y repetido de las palabras se le llama pobreza de vocabulario.
Ejemplos: Valora lo que valen tus valiosas acciones.
Vamos a pintar toda la casa con pintura verde aunque quizá pintada de ese color no se vea bien, según dice el pintor. Sin embargo como compramos la pintura muy rebajada, la vamos a utilizar.
Comentarios
Publicar un comentario
Realiza comentarios acerca de la temática y lo que entendiste con criterios propios.